¡Por fin! Ya lo comenté hace meses en el blog (busca en la sección de discos): que la aparición de The Poodles en el circuito europeo había sido un soplo de aire fresco, y eso que ellos son el conservadurismo puro y duro, entendido desde la base de que lo suyo es un miticismo absoluto de los 80, los coros grandiosísimos, las melodías comerciales, el hard rock melódico elevado a la máxima potencia y, por supuesto, un look a la altura de la fiesta-revival , que para esto los suecos son únicos (para lo del espectáculo en el escenario,digo...)
Si te gustó Metal Will Stand Tall , te vas a enamorar de Sweet Trade , porque los patrones son los mismos, con unos estribillos de los que hacen en directo tambalearse los cimientos de los clubs y un Jakob Samuel que emula a partes iguales a David Coverdale que a Tony Harnell (lo que suena a los antiguos TNT Walk The Line!) . Para mí él sigue siendo lo mejor de la banda con diferencia: habrá los que les critiquen tanto agudo ochentero (a mí, al contrario, me parece un incentivo) pero a ver quién le niega a este hombre el pedazo chorro de voz con el que nos regala los oídos en la docena de temas. Cierto también que Samuel se autolimita a sí mismo por gusto en un estilo muy determinado pero me parece de largo una de las voces más interesantes del rock europeo actual y auténtico motor del sonido Poodles.
Temas para matarte a saltos - Flesh And Bones -, baladas de las de peli-romántica-californiana - Shine - , réplicas a lo que fue Night Of Passion en el debut - Streets Of Fire - , mucho medio tiempo de coro para noches locas - Band Of Brother, Heavens Closing In -, todo envuelto con orgullo en esa túnica hortera, hortera que a muchos desquicia y, sin ambargo, a otros tantos nos apasiona hasta el éxtasis. Qué grandes!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario