lunes, 26 de noviembre de 2007

CRASHDIET - The Unattractive Revolution



El mejor tributo que Dave Lepard hubiera podido soñar. Que tras su suicidio, Crashdiet respetaran su memoria y la del colosal Rest In Sleaze dando un giro a su sonido, fichando a un vocalista con un registro mucho más slaughteriano - Olliver Twisted de los fineses Reckless Love - y dejando aquella primera etapa como un recuerdo de juventud, un brillante capricho de niños prodigio, que jamás se repetirá. Lepard sólo hubo uno y hubiera sido inútil suplantarle; lo acertado ha sido crear unos nuevos Crashdiet, menos glammies, menos sleazies, con más distorsión en las guitarras, temas no tan comerciales (vale, hay alguna excepción como “Overnight o “Alone”) y la sensación de que a Martin Sweet la muerte de su camarada le ha hecho plantearse su visión musical de un modo bastante menos fiestero. Creo que esa visión menos utópica de los mitificados 80 fue la que terminó de encandilar a Mick Mars (no obstante, Mötley Crüe son el ejemplo perfecto de cómo un icono de esa época pueden sonar eternamente actuales en el 2007) y terminó colaborando en, probablemente, el mejor disco que va a salir de Escandinavia en el 2007. Once temazos de escándalo - impresionante Twisted en “In The Raw” y “The Buried Song” -, otro gran motivo de alegría para la parroquia hard rockera.

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