domingo, 9 de septiembre de 2007

GODS OF METAL - Domingo


Por problemas, de nuevo, con el transporte público para llegar al recinto, me perdí a Anatema, que tocaban a horas bien tempranas de la mañana. Asi que los primeros que encaré fueron Symphony X. Su rock progresivo no pareció desperezar a la audiencia, y eso que Russell Allen se metió un ostión espectacular al poco de salir, ante las carcajadas de Michael Romeo, en lo que fue una situación un tanto atípica… En general, resultaron algo pastosos para esos horarios, aunque hubo buenos momentos (“Domination” del “Paradise Lost”).



Un gran calentamiento para los noruegos Dimmu Borgir… pese a que me cuesta acostumbrarme a ver a las bandas de black metal, maquillaje incluido, a plena luz del día, inconvenientes de los festis! El caso es que una compara la última vez que les vió en vivo - gira con Destruction ¿cinco años? – y no hay color. Shagrath modula en directo cada vez más, ganando en variedad y desligándose de todos los clichés blackies; la banda que le acompaña (relevante un espídico Vortex) estuvo impecable en el aceptadísimo nuevo single “The Serpentine Offering” o el grandísimo “Spellbound (By The Devil)”, ya consagrado como himno imprescindible.




Blind Guardian fueron otra de las pocas bandas que consiguieron levantar los ánimos (no obstante, el metal épico arrasa en Italia desde hace años). Nunca he sido devota del género pero reconozco que los veinte años de carrera y saberse los reyes absolutos del estilo dejan shows como éste: profesionales (por muy soso que me parezca Hansi Kürsch en vivo), con un repertorio ideal para cualquier Blind-head (“Imaginations From The Other Side”, “Nightfall”, “The Script For My Requiem”, el nuevo single “Fly”), colaboración continua del público (tanto coro lo requiere) y un pico máximo con “Valhalla”, fiel tributo a la mitología escandinava.




Dream Theater me ganaron por completo. Desde que les viera hace años en su primer tour español, mi interés fue decayendo enmarañado en discos que eran cada vez más espesos y progresivos, música para músicos. Asi que casi se me cae la cámara a los pies cuando James LaBrie anunció que el show iba a ser muy especial: caería enterito “Images And Words”. Noche inolvidable, os lo juro. Nueve temazos de la obra cumbre de los Theater, una delicia para los sentidos que gana aún más si cabe en directo, con un Petrucci inspiradísimo en la dificilísima “Take The Time”, un Portnoy que ha entrado en el libro de los grandes de las baquetas, un LaBrie que llega a tonos imposibles en “Pull Me Under”. Como extras, llegarían “Home” y “As I Am”, magnífico adios para una banda de matrícula de honor.




Y para honor, el que conserva el señor Ronnie James Dio, más cerca de los setenta años que de los sesenta, en esta nueva reunión que se ha montado con sus ex-camaradas en Black Sabbath bajo el nombre de Heaven & Hell. Idroscalo lleno hasta la bandera para asistir a la reunión que nadie hubiera firmado hace años. Impresiona ver en un mismo escenario a cuatro monstruos como Dio - Butler- Iommi – Appice, doblemente en un decorado curradísimo, con lápidas e iconos religiosos, y triplemente si el set list incluye “Mob Rules”, “Children Of The Sea”, “Computer God”, “Die Young” o “Lady Evil”. Insisto en que parece mentira cómo sigue estando Dio de voz, con una demostración de escándalo en “The Sign Of The Southern Cross” y una simbiosis perfecta con Mr. Iommi, manteniendo intacto el feeling que experimentaron hace cuarto de siglo y que se revivió con “Dehumanizer” en 1992. Pues quince años después, y en lo que vete tú a saber si es su última gira juntos (por cuestiones de edad) creo que fue todo un privilegio verles mano a mano cerrando con “Heaven And Hell” y un brutalísimo “Neon Nights” en lo que será una, créeme, una increíble historia que contar a los futuros nietos.

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