PRIVATE LINE - Evel Knievel Factory

Cinco millones de habitantes y una cultura musical que empieza a mamarse desde la escuela primaria. Probablemente ese sea el motivo por el que actualmente Finlandia se ha erigido como la más prospera cantera europea en lo que a nuevos valores se refiere (y eso incluye todos los estilos dentro del rock). Pero si en algo parecen haberse especializado los fineses es en esa fusión exquisita de hard rock y metal gótico (que tan bien ha sabido rentabilizar el gran héroe local HIM) y que ha traído a la palestra a formaciones tan interesantes como Private Line. Tal vez Evel Knievel Factor sea en muchos sentidos menos agresivo y más experimental que 21st Century Pirates (sorpresón del 2004) o el EP Six Songs Of Hellcity Trendkill. Pero también es cierto que el grupo ha conseguido ahora una personalidad más acentuada, que Sammy, al tocar mucho más registros diferentes, ha dado a Private Line una mayor versatilidad y que, en general, se respiran aires nuevos en una banda a la que no le asusta innovar ni, al mismo tiempo y paradójicamente, aferrarse a la vertiente comercial casi continuamente (“Alive” , “Gods Of Rewind” o la imponente “Anyway”). Madurísimos para tan corta carrera musical y, absolutamente, muy, muy por encima de la media.