Una banda que solo mantiene como miembro original al prolífico Steve Blaze, que muchos daban por perdida tras la fuga del cantante Ron Taylor y que resucita increíblemente con un disco completísimo. Y era difícil, sobre todo cuando muchos quieren seguir viéndote como uno de los líderes del rock melódico y, sin embargo, tu sonido hace años que navega entre esa mezcla de hard rock y heavy que de un modo tan preciosista practican coetáneos como TNT o Savatage (cada uno es su línea, sobra aclararlo).Waters Rising tiene dos puntos en común con su disco más criticado (y para mí grandísimo) Psychoschizophrenia: es igual de oscuro e inaugura una nueva era. Derrick LeFevre, el nuevo vocalista, es en el 60% de los temas un calco de Ron Taylor, lo que ayuda a que no te desorientes tanto, y Blaze ha llevado a la banda a terrenos de profundo lucimiento personal, con temas largos, miles de cambios de ritmo y registro, un derroche de imaginación que te knockea en las primeras escuchas (porque hay que ser muy buen músico para llevar esta aventura sónica a la práctica). Sinceramente, toda una sorpresa lo que se guardaban los americanos en la banda, con algunas de las mejores composiciones de su carrera (“Until The End Of The World”, “I Have To Say Goodbye”) y las ideas francamente claras.
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